REVISTA "INTEGRACION DEL SURESTE" Julio de 1973 Este año, el Centro Regional de Enseñanza Normal de Bacalar "Javier Rojo Gómez", entrego a su primera generación de egresados sus flamantes títulos de Maestros Normalistas. Casi un centenar de muchachos, llenos sus corazones de entusiasmo y sus mentes de saber, se repartirán por toda ANTECEDENTES En 1967 siendo gobernador del Territorio de Quintana Roo el Lic. Javier Rojo Gómez (q.e.p.d.), comenzó a tomar cuerpo la inquietud de la población quintanarroense por la falta de centros de Educación Superior. El Profr. Salvador Lizarraga Carrillo, Director de Entorno a este tema, a principios de 1968 en ENFOQUE semanario informativo que circulaba en el Territorio bajo la dirección de Francisco Bautista P. y en el que publicaba regularmente mis trabajos periodísticos, escribí un artículo titulado " CHETUMAL Y CREACION El CREN -Centro de Enseñanza Normal- de Bacalar, inicio sus actividades en el año escolar 69-70 en un local improvisado -ruinas de un convento franciscano- abriendo el primer curso de LOGROS ALCANZADOS Indiscutiblemente, durante los cuatro años de su funcionamiento el CREN de Bacalar a ido afirmando, día con día su prestigio. Las prácticas pedagógicas que los maestros-alumnos realizan en la ciudad de Chetumal y sus alrededores, así como la labor social intensa que desarrollan participando en festivales y actos cívicos diversos, han levantado una imagen ciento por ciento favorable del centro normalista. Destaca desde luego la prestancia y gallardía de estos jóvenes, ante cualquier visitante que se topa con ellos y encuentra en su rostro el reflejo de la vida estudiosa que llevan. Y es proverbial -según nos consta- la disciplina y el trabajo duro del CREN. Sin embargo, no podemos omitir ciertas consideraciones apremiantes que sirvan de alerta a maestros, padres de familia y aun gobiernos de las entidades que se benefician con la labor de este Centro Educativo. FALLAS QUE DEBEN ESTUDIARSE De las experiencias vividas por los muchachos recién egresados, entre sacamos una dolorosa conclusión: fracaso. Y no, amigo mío, no es una exageración; no la es cuando llegamos a la desilusión del maestro joven que, atiborrado de conocimientos pedagógicos se encuentran en el medio rural. "Es como para pegar de gritos", decían los muchachos intercambiando opiniones en torno a sus primeras practicas (Servicio Social) en las comunidades perdidas de la tierra de quintanarroense, selvática y aún incomunicada en grandes extensiones. Lo primero que uno descubre -dice el joven maestro- es la posibilidad de incomunicación porque nosotros hablamos Español y ellos Maya. Después está la imposibilidad de conseguir material didáctico oportunamente. Le invade una sensación de soledad y de abandono. ¿Que hacer?... Desde luego, puede pensarse que esta primera experiencia es sólo reflejo del cambio que viven los nuevos maestros y que al venir luego la adaptación será definitivamente superada, por que no es mas que una sensación pasajera. Sin embargo, pasajera o no, denota la falta de previsión en la elaboración de los planes de enseñanza. El proceso de adaptación del maestro significa eliminación de conocimientos inútiles y adquisición autodidacta de nuevos elementos de prueba que le permitan situarse adecuadamente en el medio en que va a prestar sus servicios. Lógicamente, los muchachos que van a laborar en el medio rural, necesitan desarrollar imaginación e iniciativa para acelerar el proceso de adaptación y la utilización inmediata de los recursos que se encuentran en esa comunidad. La rigidez disciplinaria, dentro y fuera del aula, obra como limitante cuando es excesiva. La enseñanza académica, necesaria para la formación cultural del maestro, carece de aplicación inmediata en el medio rural, NO queriendo significar con esto que deba suprimirse, sino que debe dársele la misma importancia a las actividades creadoras dentro de la realidad social y económica del agro mexicano. No basta con saber mucho; hay que desarrollar además un sentido práctico, que sitúa adecuadamente al nuevo maestro y lo haga útil en su comunidad. LENGUA MAYA En relación con el idioma como medio de comunicación desgraciadamente, aunque en principio el CREN debe albergar a hijos e campesinos que se supone tienen conocimientos de lengua maya, la realidad es bien distinta, ya que ele porcentaje de estudiantes de origen netamente campesinos es tan bajo que no merece ser tomado en cuenta. En estas condiciones, lo único que cabe es enfrentar esta verdad y dar a los pasantes cursos de lengua maya. Si resulta o no irregular el hecho de que en un Centro de Educación Normal para hijos de campesinos no haya campesinos, es cuestión completamente secundaria en razón del rendimiento que se espera den los nuevos maestros. Los muchachos necesitan hablar maya y si no saben., se les debe enseñar antes de enviarlos a sus comunidades. ENSEÑANZA AGROPECUARIA Sabemos de positivo que entre las asignaturas programadas en el Plan de Estudios, se encuentra las PRACTICAS AGROPECUARIAS. Sin embargo, y no obstante que el CREN de Bacalar tiene amplios terrenos o que en caso de no tenerlos podría solicitarlos con buen éxito al Gobierno del Territorio, no existen cultivos de ninguna clase atendidos por alumnos. No hay parcela escolar, a pesar de que el futuro deberá cuidar la explotación de la parcela escolar de la escuela en que presten sus servicios después de graduado. Tampoco hay granjas; es decir que no existe ningún tipo de organización agropecuaria para el futuro mentor haga sus prácticas. Chapear, limpiar los patios, sembrar una mata de coco o perder el tiempo cuidando UN METRO CUADRADO de este o aquel cultivo, no da idea alguna del rendimiento de la tierra, de sus muchas posibilidades, de la comercialización o de los sistemas crediticios utilizables. En estas condiciones se mantiene el joven divorciado de la realidad socioeconómica del medio en que deberá desenvolverse y al que deberá prestar apoyo para progresar. Bacalar es una población rural, pero el CREN trabaja como Normal Urbana cuidando la moderna técnica pedagógica (de salón de clase) pero descuidando la realidad social del medio que es, en último caso, condicionadora determinante tanto del alumno como del maestro. ¿Por qué? si existen maestros de prácticas agropecuarias se ha mantenido este renglón, importantísimo, completamente olvidado.
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