"LA VOZ DEL QUITANARROENSE" 14 DE NOVIEMBRE 1970 Por José RODRIGUEZ MARRUFO Una vez más Quintana Roo se encuentra ante la perspectiva de un cambio de gobierno. Una vez más las conjeturas sobre la próxima gubernatura se hallan a la orden del día y una vez más los Quintanarroenses piensan como entre sueños de oro y quimera realizable en la posibilidad de que un Quintanarroense sea designado Gobernador del Territorio. Los Quintanarroense de afuera piensan en esa posibilidad como una solución a sus ambiciones políticas, los Quintanarroenses de adentro piensan en esa misma posibilidad como un medio de ver realizados sus sueños de oro y de llevar a cabo sus tonalidades de Grandeza. Es casi imposible llegar a comprender que para gobernar bien a Quintana Roo, se necésita haber sido Gobernador antes y haber sido un buen Gobernador. Para gobernar bien a Quintana Roo se necesita comprender a los Quintanarroenses. Y ¿quién se va a poner en el lugar de los Quintanarroenses para profundizar en sus problemas y darle la solución adecuada? Si existe alguien en la República Mexicana que sea capaz de tal sacrificio, ¡que lo envíen! ¡Esa es la persona que necesitamos! Si no existe, es mejor continuar como estamos, no importa que nos gobiernen a larga distancia, pero que nos gobiernen bien, hasta que seamos capaces de gobernarnos a nosotros mismos. Resulta demasiado difícil a veces comprender y entender en toda su profundidad el significado de la palabra gobernar. Nuestra primera impresión ante la idea de gobernar significa siempre, Ordenar, Mandar, Imponer. ¡Nada más fuera de la verdad! Gobernar es servir a los demás, es dedicar un esfuerzo y un tiempo a resolver situaciones críticas de tipo social, pero a resolverlas bien, no a dedicarse a salir del paso y a ostentar el Grado de Gobernante dando soluciones impracticables que más tarde o más temprano se convierten en problemas mayores. Se sabe de varios ciudadanos Quintanarroenses que declaran: si yo fuera Gobernador, haria esto, haria aquello, haria muchas cosas. Pero no son capaces de pensar en otra persona que no sea ellos mismos y hacer resaltar sus virtudes y capacidades para ocupar probablemente el puesto de Gobernador. Nos falta mucho todavía para que surja una persona con la suficiente Preparación, Habilidad, Experiencia y Comprensión para Gobernar el Territorio de Quintana Roo. Reflexionándo debidamente llegamos a la real conclución de que en Quintana Roo estamos atrasados en este aspecto, que ni si quiera nos damos cuenta de ello.
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