SIGLO XXI DEL SURESTE EN MARZO SE INICIA El Ingenio azucarero de Álvaro Obregón que construye el Gobierno Federal a un costo de seiscientos millones de pesos, será el más moderno del país, empezará a moler caña en marzo y actualmente los trabajos se encuentran en un 93 por ciento de avance. En diciembre de iniciarán las pruebas de equipo y se terminarán en febrero para inmediatamente realizar pruebas en vacío, es decir sin caña, para estar en condiciones de iniciar la primera molienda en marzo. Toda la técnica y la maquinaria aplicada en la construcción de este coloso industrial, son mexicanas a excepción de los turbogeneradores y las turbinas que fueron de importación. La avanzada tecnología aplicada empezará ya a ser exportada a otros países, con base en el éxito que se está logrando en Alvaro Obregón. De acuerdo con el proyecto industrial, los renglones de ingeniería básica, ingeniería de detalle, compra de equipo, construcción de equipo, preparación del terreno, obra civil y montaje de equipo ya están terminados, faltando únicamente el final que es el de la prueba de equipo y arranque. Lo que se ha logrado, hasta la fecha fue el esfuerzo de trabajadores y técnicos durante treinta meses y todas las fases de construcción e instalación se cumplieron de acuerdo con el calendario de avances previamente fijados. El complejo industrial, que será el más importante de El Ingenio tendrá una capacidad de molienda de seis mil toneladas de caña cada veinticuatro horas, con lo que se producen seiscientas toneladas de azúcar. Actualmente se dispone de una superficie sembrada de El Ingenio, ya en operación, será una fuente de trabajo para cinco mil personas, considerando a los cañeros, personal de operación de maquinaria, corte de caña, peones en general y operadores de caminos. El Ingenio no producirá alcohol. Actualmente, laboran en la construcción e instalación 1,700 obreros y casi doscientos técnicos. Significa para el Estado una derrama económica semanal de un millón seiscientos mil pesos en salarios, cuatrocientos mil en créditos de avío para la siembra de caña y medio millón más en compra de materiales. Se movilizaron cuarenta y seis mil toneladas de materiales, las instalaciones tienen en todo su sistema eléctrico trescientos mil metros lineales de cablería y la superficie cubierta con lámina abarca seis hectáreas. Actualmente de las cinco calderas con que está dotado el Ingenio, tres ya están listas: en diciembre funcionará el batey y como ya se dijo, en febrero concluyen todas las pruebas de equipo para iniciar la molienda en marzo. Intervinieron en esta realización, la máxima en el ramo industrial lograda por el régimen del Presidente Echeverría, Cada año se incorporan a la producción tres mil hectáreas de caña y se desmontará igual superficie hasta llegar a un total de quince mil hectáreas en los ejidos de Obregón, Pucté, Cacao, Palmar y Sabidos. En Pucté funciona ya el Centro Regional de Investigación y Adiestramiento de Así el gobierno federal está a punto de culminar el Ingenio azucarero más moderno del país, que servirá de modelo para la exportación de la avanzada tecnología que México ha alcanzado en el ramo. El primer país que construirá un Ingenio con esa tecnología, será Cuba, según convenios ya signados. Pese a las opiniones de quienes sin conocer la realidad del Ingenio lo dibujaron siempre como una empresa que no sería posible, pronto saldrá humo de esas chimeneas y el batey estará atiborrado de caña, caña cultivada en suelo quintanarroense, por campesinos quintanarroenses y pronto saldrán de ahí grandes volúmenes de azúcar lograda con la más avanzada tecnología mexicana, a reforzar la producción nacional y a fortalecer con divisas a la economía nacional. El Presidente Echeverría verá así cumplido su más vehemente anhelo, que fue siempre el de dotar a Quintana Roo, Estado que surgió como entidad libre y soberana gracias a su apoyo, de fuentes de trabajo prósperas y seguras, para arrancar de la tierra los beneficios que tiene para el hombre la naturaleza, aunque para ello haya que vencer la selva y haciendo frente a las grandes tareas, con fe en el futuro de Quintana Roo.
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